La filoxera: ‘la pandemia’ que arrasó con casi todo el viñedo europeo

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¿Qué es la filoxera y qué ocurrió?

Vivimos en tiempos pandémicos dónde palabras como ‘epidemia’ o ‘incidencia de contagios’, han entrado a formar parte de nuestro vocabulario diario. Pero, ¿y si os contamos que hace unos ciento cincuenta años y una epidemia en la vid, casi arrasa con todo el viñedo europeo?

Seguramente habréis oído hablar de la ‘filoxera’, pero a diferencia de la COVID-19, que la provoca un virus, en este caso, la enfermedad fue producida por un pequeño insecto de la especie Viteus vitifoliae’, que se alimenta de las hojas y raíces de la vid, produciéndole ‘heridas’ por las que acceden microorganismos que son quienes producen la enfermedad y provocan la muerte de la planta. Aunque hay que contar que este insecto, no afecta del mismo modo a la vid de origen europeo que a la de procedencia americana, ya que, las raíces de esta última presentan una resistencia genética natural frente a la filoxera y los ataques microbiológicos posteriores, debido a su estructura más lisa, sin prácticamente nudosidades y su madera más dura y resistente a los ‘mordiscos’ de este ‘bichito’.

El insecto en cuestión, llegó a Europa procedente de EE.UU. en 1863 en un cargamento de viñas que se traían para combatir una plaga de ‘oídio’ y desde su entrada, fue extendiéndose y arrasando con la inmensa mayoría de los viñedos europeos que no eran resistentes frente a la filoxera.

¿Cómo se solucionó?

Tras probar diferentes alternativas químicas e intentar establecer varios cordones sanitarios sin éxito, en España se optó por seguir el ejemplo de otros países e injertar la viña. Para ello, se utilizaron las raíces o ‘pies’ de origen americano, naturalmente resistentes a la plaga, injertando las partes aéreas de las vides existentes en Europa hasta el momento. Seguramente os estaréis preguntando por qué no se usaron directamente plantas completas procedentes de América. La respuesta es fácil. El tipo de vid del que se obtuvieron los pies, se correspondía a la especie ‘Vitis Labrusca’, y su fruto no permite la vinificación, mientras que la parte aérea, correspondía a la vid europea, de la especie ‘Vitis Vinifera’, ideal para elaborar vino.

De ahí surge la diferenciación entre ‘pie americano’ y ‘pie franco’, que seguramente habréis oído en multitud de ocasiones. El primero hace referencia a aquellas vides que debieron injertarse para salvar la viña, mientras que el ‘pie franco’, se refiere a aquellas viñas que fueron capaces de resistir y evitaron el injerto manteniendo su raíz original.

¿Se salvó algún viñedo?

En España, la filoxera arrasó con gran parte del viñedo, lo cual no dejó otra opción que injertar raíces americanas en unas tres cuartas partes de la superficie vitícola española.

Pero ¿qué ocurrió con esa cuarta parte que resistió al ataque del insecto?

Varias regiones españolas, entre ellas, Jumilla, consiguieron resistir el ataque del insecto y aunque sufrieron su efectos, estos no produjeron prácticamente ninguna consecuencia debido a diversos factores siendo principalmente, en nuestro caso, la escasa pluviometría (Jumilla es una de las regiones más secas de España, con 20 días al año de lluvia como promedio), la climatología extrema y la tipología de suelo, fundamentalmente arenoso, que no se lo pone nada fácil a la supervivencia de la filoxera.

¿Y vosotros, conocíais la historia de la filoxera?